Ayer cumplí 49 años. Mi despedida de la década de los 40, década intensa, década dolorosa, década sorprendente, década importante, década amarilla...
Ayer quería escribir, era una buena fecha para la despedida de mi blog (ahora de verdad), pero no pude, estaba en casa con mi mami y pasamos un precioso día de campo.
Hoy, Día internacional de la Mujer, también es una buena fecha.
Porque las mujeres somos estupendas, porque somos amigas, porque somos valiosas, porque somos fuertes, porque somos empatía, porque somos solidarias, porque somos amarillas, porque somos MUJERES.
Con todo esto y con la re-incorporación a mi vida docente, creo que es ahora cuando debo cerrar una etapa, una experiencia compartida, una ruptura de mi protegida privacidad, tantos minutos transformados en palabras.
Hoy 8 de marzo quiero decirle a una amiga que está sufriendo que las heridas las cierra el tiempo, poco a poco, que es fuerte aunque ahora se sienta rota, que cada instante es un paso hacia adelante, que los que estamos a tu lado le queremos, que necesitamos su sensibilidad y la luz en sus ojos.
A veces, la vida se pone borde, tenemos que rodearla, hacerle la burla y mirar al horizonte. Los malos momentos pasan y vienen otros, vamos sintiendo pérdidas, vamos haciendo duelos, pero también, vamos cazando sonrisas, descubriendo nuevos caminos, marcando nuevos retos, observando nuestros niños que comienzan a elaborar su propia ruta, y que, quieren que estemos a su lado.
Cuando miro a mi madre y no la veo, cuando veo en sus ojos casi todo el camino trazado y borrado, cuando siento que no siente, cuando mantengo el recuerdo, pienso con fuerza que cada momento es valioso, que el minuto pasado no vuelve, que la vida es más corta de lo que parece, que estamos ahora y mañana quizás no.
¡¡DISFRUTA, SIENTE, SONRÍE, VIVE, COMPARTE, LLORA, AMA, ACOMPAÑA, COMPRENDE, ABRAZA, ...!!
